Con el buen tiempo apetecen recetas frescas, que puedas cocinar y reservar en la nevera durante días y que te salven en un momento en el que la casa se llena de amigos y no se te ocurre nada para ofrecer, o simplemente para llevar en el tupper a la oficina, y comerlo en el parque más cercano disfrutando del sol y del buen tiempo.
Os propongo cocinar pollo en escabeche. Esta técnica se utilizaba mucho en las épocas antiguas en las que la caza era importante en muchas cocinas de nuestro país, sobre todo para conservar sobre perdices, liebres y otras piezas de carne Se preparaban en garrafas de barro y se cerraban durante meses. Está buenísimo y yo no se si es porque se cocina en vinagre y vino juntos, pero no se nota la presencia del aceite y resulta bastante sano.
Es importante prepararlo al menos un par de días antes de consumirlo, no queremos hacer una conserva, pero la carne del pollo debe macerarse y coger todos los sabores del escabeche.
1 pechuga de pollo
1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
1 vaso de vinagre
5 granos pimienta negra
2 hojas de laurel
2 cebollas
6 zanahorias
5 ajos
sal
Medio vaso de agua
Ponemos todos los ingredientes en una cacerola.
Bañamos con los ingredientes líquidos.
En ésta ocasión he utilizado vinagre de estragón, pero usad el que más os guste, aunque os recomiendo un vinagre de vino blanco, así no se os oscurecerán las pechugas.
Ponemos a fuego, añadimos la sal y dejamos reducir y que se hagan las verduras.
Incorporamos las pechugas y lo mantenemos al fuego durante unos 30 minutos, con la tapadera puesta.
Solo queda dejarlas reposar para que se enfríen y reservar en la nevera. Es importante hacer las pechugas enteras, si las incorporáis al escabeche ya fileteadas, se os desharán y no las disfrutaréis de la misma forma.
Son ideales para un bocata, tupper para la oficina o llevar a la playa. Y ya os adelanto que en casa no duran demasiado.
¿Apetece? Pues manos a la obra.
BUEN FIN DE SEMANA
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