domingo, 21 de agosto de 2016

Abona tus plantas con el té del desayuno

Me encanta tener en casa plantas de hojas verdes que alegren el entorno y lo hagan más acogedor. Hace algunos meses, le pedí a mi marido que se hiciera cargo de todas las plantas de la casa, ya que por motivos laborales las tenía un poco descuidadas y no se lo merecían.

A partir de ese momento, les empecé a ver un cambio progresivo espectacular. Crecían mucho más deprisa y nacían nuevas hojas.


Seguí observándolas sin decir nada, pero la verdad es que cada vez estaban más bonitas.
Cuando le pregunté al artífice, me contestó que les añadía té en cada riego, y que les encantaba.


Sí, habéis leído bien.  El té que sobraba en la tetera lo añadía al agua de riego, y cada 2-3 semanas, en función del riego que la planta necesitara, abonaba la misma con ésta mezcla.


Sólo os digo, que si no lo veo, no lo creo, pero el té, ha resultado un maravilloso abono. La poinsetia que tenía desde navidad, y que normalmente moría, éste año está preciosa, y llena de brotes.             

Probad y en un par de meses me contáis como están las reinas de vuestra casa.                                  

BUENA SEMANA






viernes, 19 de agosto de 2016

¿Cómo cocer cañaillas de Cádiz?

Como cada año en ésta época, hago un guiño a la Costa Gaditana, de la que soy una gran enamorada.
En ésta ocasión os enseñaré como se cuecen las CAÑAILLAS, un tipo de caracol de mar que vive en fondos arenosos no más allá de los 100 metros  y que suelen estar posadas sobre las rocas.



La forma en la que tenemos que cocer las cañaillas y en general cualquier marisco, es muy importante, porque la textura debe ser tersa y prieta.
Y por supuesto tener un marisco de buena calidad, en ésta ocasión, mi hermano José María, un gran chef autodidacta, las ha adquirido en el mercado de Cádiz.


Vamos al lío, que luego decís que me enrollo mucho.
Lo primero que tenemos que hacer es comprobar que las cañaíllas están en perfectas condiciones y todas tienen bicho.
Las lavamos bien, poniéndolas en un recipiente con abundante agua fría, y las tenemos dentro una media hora, con esto conseguiremos que expulsen la mayoría de la tierra.



Ahora seguiremos el procedimiento siguiendo las indicaciones de mi querido hermano, un experto en la materia, aunque supongo que cada maestrillo tendrá su librillo.
Llenamos una olla con agua fría y vamos introduciendo las cañaillas.



Añadimos un puñado de sal marina, en éste caso de la Bahía de Cádiz.



Y ponemos la olla al fuego. Desde que el agua comienza a hervir, calculamos 5 minutos.


Pasado éste tiempo, las dejamos reposar en el mismo agua y cuando se hayan enfriado las escurrimos y  a disfrutar. A nosotros nos gustan templaditas, pero es cuestión de gustos. Si no queréis consumirlas en el mismo día y os gustan templaditas, las sumergís en agua caliente durante 10 segundos y las disfrutaréis al máximo.



Espero no haber destrozado ningún mito Gaditano, es un post hecho con mucho cariño. Muchos abrazos a todos los que residís en la maravillosa Tacita de Plata.

BUEN FIN DE SEMANA

martes, 9 de agosto de 2016

Como cuidar los bañadores durante el verano

En éstos días en los que frecuentamos las playas y piscinas para refrescarnos y tomar el sol, me he fijado en que algunos de los bañadores que lucen orgullosos muchos de los bañistas, al cabo de los días, aparecen deslucidos y "dados de sí", por lo que hoy os daré algunas pautas para cuidar nuestros trajes de baño y que parezcan como salidos de la tienda.



A la hora de estrenar un bañador, es importante fijar los colores. Si nuestro traje de baño tiene colores vivos, es muy importante ayudarle a que los colores se fijen y que no se vayan decolorando con los lavados.
Antes de estrenarlo, te recomiendo que lo sumerjas en un barreño con agua fría y dos puñados de sal y que lo dejes sumergido en ésta 1 hora. Después, sólo tendremos que enjuagarlo y habremos alargado la vida de nuestro traje de baño.



Otro aspecto importante es lavarlo después de cada uso, nos hayamos bañado o no. Tanto el cloro, como el agua del mar, el sudor o los bronceadores, hacen que la prenda sufra, por lo que debemos eliminar cualquier resto de éste tipo. Tan sólo debemos utilizar un poco de jabón de tocador, enjuagarlo con agua fría y listo.





Nunca utilices suavizantes, son muy malos para los elásticos de los trajes de baño.





No lo escurras con fuerza o se deformará. Si quieres escurrirlo y tienes prisa, ponlo encima de una toalla, ésta absorberá el agua con rapidez.




Nunca lo seques al sol, siempre a la sombra.





No utilices pinzas para secarlo, ponlo sobre el tendedero en el respaldo de una silla, así evitarás que se deforme.




No lo planches y no lo metas en la secadora. Es una prenda delicada y debes tratarla como tal.



Si puedes evitarlo, aunque sea tu bañador preferido, no te lo pongas todos los días, descansa de él y dale tiempo para que recupere su forma.


Y por último, nunca lo guardes húmedo, ya que pueden salirle hongos y contagiarte al usarlo la próxima vez.


Sólo me queda desearos un buen resto de verano, y que no olvidéis dedicarle cinco minutos de cariño a vuestros trajes de baño.

BUENA SEMANA