Las encimeras de la cocina son la parte más visible de la cocina, y siempre han de estar perfectamente cuidadas y limpias para no sólo conseguir un efecto de orden y estética, sino para evitar contaminaciones cruzadas e infecciones.
En el mercado hay numerosos limpiadores, pero debemos tener cuidado, ya que todos no se adaptan al igual a todos los materiales, y podemos llevarnos una desagradable sorpresa si no lo elegimos adecuadamente.
Hoy os propongo hacer vosotros mismos un limpiador que desinfecte y limpie las encimeras de vuestra cocina y que se adapta a cualquier material.
Los ingredientes para realizarlo lo tenéis en casa seguro.
1/2 litro de agua templada
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de lavavajillas
1 y 1/2 de vinagre blanco
Incorporaremos con cuidado todos los ingredientes y removeremos con ímpetu.
Como veis, resulta muy económico y además os puede salir de un aprieto si os quedáis sin el que soléis utilizar.
BUENA SEMANA
Una manera práctica, dinámica y sencilla para organizar tu hogar y hacer tu vida más fácil
domingo, 29 de mayo de 2016
viernes, 27 de mayo de 2016
Choricitos al vino, una delicia que no te puedes perder
Hoy me apetece compartir con vosotros una tapa muy sencilla, muy típica de la gastronomía española, y que suele tomarse con una cerveza bien fresquita o una copa de vino blanco dependiendo de la región donde se sirva.
Yo, en ésta ocasión he optado por un albariño, vino muy típico en Galicia, pero puedes utilizar un vino blanco que te guste, o una copa de cava o sidra, pero por favor, huye de los vinos llamados de mesa, ya que su acidez puede estropear esta maravillosa tapa.
1/2 vaso de albariño
1/2 vaso de agua
2 hojas de laurel
1/2 kg de chorizo
Lo ideal para ésta tapa son éstos choricitos pequeños ligeramente ahumados y muy curados, pero podéis utilizar el que más os guste.
Yo en ésta ocasión tenía en casa un chorizo curado y al estar demasiado duro, he decidido cortarlo en rodajas no demasiado finas, pero si podéis cocinarlos enteros, el resultado es mucho mejor.
Ponemos los choricitos en una cazuela y añadimos el vino, el agua y el laurel. Siempre la misma cantidad de vino que de agua. Importante que estén cubiertos.
Ponemos al fuego y lo dejamos cocer hasta que se evapore todo el liquido. Es mejor dejarlo a fuego lento para que se haga poco a poco.
Sólo queda servir en una cazuela de barro para que pueda mantener el calor y poner un buen pan cerca, porque tus invitados lo van a agradecer.
Te invito a que prepares esta tapa, está riquísima, y dale tu toque especial utilizando el vino que más te agrade.
BUEN FIN DE SEMANA
1/2 vaso de albariño
1/2 vaso de agua
2 hojas de laurel
1/2 kg de chorizo
Lo ideal para ésta tapa son éstos choricitos pequeños ligeramente ahumados y muy curados, pero podéis utilizar el que más os guste.
Yo en ésta ocasión tenía en casa un chorizo curado y al estar demasiado duro, he decidido cortarlo en rodajas no demasiado finas, pero si podéis cocinarlos enteros, el resultado es mucho mejor.
Ponemos los choricitos en una cazuela y añadimos el vino, el agua y el laurel. Siempre la misma cantidad de vino que de agua. Importante que estén cubiertos.
Ponemos al fuego y lo dejamos cocer hasta que se evapore todo el liquido. Es mejor dejarlo a fuego lento para que se haga poco a poco.
Sólo queda servir en una cazuela de barro para que pueda mantener el calor y poner un buen pan cerca, porque tus invitados lo van a agradecer.
Te invito a que prepares esta tapa, está riquísima, y dale tu toque especial utilizando el vino que más te agrade.
BUEN FIN DE SEMANA
viernes, 20 de mayo de 2016
Asar pimientos morrones en casa en un plis-plas
La gestión del tiempo ya sabéis los que me conocéis que es básico en mi vida, y que intento planificar en la medida de lo posible tanto las comidas de cada día como la organización y limpieza de la casa.
En ésta época en la que el buen tiempo y el calor llegan a trompicones, me gusta tener en el frigorífico, productos que me complementen las comidas y aperitivos que sorprendan cuando los amigos llevan sin avisar.
Esta semana compartiré con vosotros cómo aso unos pimientos morrones en el horno convencional.
Además de su color brillante, sabor dulce y textura aterciopelada, los pimientos rojos asados son una adición para un plato repleto de beneficios nutricionales. Fáciles de añadir a cualquier número de platos, incluyendo pastas, sopas y ensaladas se conservan maravillosamente en el frigorífico asados y aliñados.
Pondremos los pimientos lavados y secados sobre una bandeja de horno, que habremos forrado con papel sulfurizado.
Con un pincel, barnizaremos con un poco de aceite y añadiremos una pizca de sal.
Tendremos el horno precalentado a 200º calor arriba y abajo e introduciremos la bandeja en el mismo hasta que los pimientos decaigan.
Esperaremos a que se enfríen y procederemos a quitarles la piel y las semillas.
Iremos haciendo tiras no demasiado finas y depositando en un recipiente que vayamos a usar para conservarlo en el frigorífico. Si queréis hacerlos en conserva, tenéis que esterilizar los frascos y añadir al frasco un poco del jugo que los pimientos hayan soltado.
El jugo que han soltado los pimientos mientras se asaban, lo pongo en el fondo del recipiente y a continuación voy superponiendo las tiras de pimientos.
Para que se conserven bien y sólo tenga que añadirlos a nuestros platos, suelo añadirles un chorro generoso de aceite de oliva.
¿Qué os parece?.
Os aseguro que es un buen recurso para tener en vuestra nevera, y cualquier noche con un huevo duro y una cebolleta tierna en trozos pequeños puede ser una maravillosa cena.
¿Solías asar pimientos?
BUEN FIN DE SEMANA
En ésta época en la que el buen tiempo y el calor llegan a trompicones, me gusta tener en el frigorífico, productos que me complementen las comidas y aperitivos que sorprendan cuando los amigos llevan sin avisar.
Esta semana compartiré con vosotros cómo aso unos pimientos morrones en el horno convencional.
Además de su color brillante, sabor dulce y textura aterciopelada, los pimientos rojos asados son una adición para un plato repleto de beneficios nutricionales. Fáciles de añadir a cualquier número de platos, incluyendo pastas, sopas y ensaladas se conservan maravillosamente en el frigorífico asados y aliñados.
Pondremos los pimientos lavados y secados sobre una bandeja de horno, que habremos forrado con papel sulfurizado.
Con un pincel, barnizaremos con un poco de aceite y añadiremos una pizca de sal.
Tendremos el horno precalentado a 200º calor arriba y abajo e introduciremos la bandeja en el mismo hasta que los pimientos decaigan.
Esperaremos a que se enfríen y procederemos a quitarles la piel y las semillas.
Iremos haciendo tiras no demasiado finas y depositando en un recipiente que vayamos a usar para conservarlo en el frigorífico. Si queréis hacerlos en conserva, tenéis que esterilizar los frascos y añadir al frasco un poco del jugo que los pimientos hayan soltado.
El jugo que han soltado los pimientos mientras se asaban, lo pongo en el fondo del recipiente y a continuación voy superponiendo las tiras de pimientos.
Para que se conserven bien y sólo tenga que añadirlos a nuestros platos, suelo añadirles un chorro generoso de aceite de oliva.
¿Qué os parece?.
Os aseguro que es un buen recurso para tener en vuestra nevera, y cualquier noche con un huevo duro y una cebolleta tierna en trozos pequeños puede ser una maravillosa cena.
¿Solías asar pimientos?
BUEN FIN DE SEMANA
domingo, 15 de mayo de 2016
El mejor truco para pelar los ajos sin que huelan las manos.
En algunas ocasiones, oigo comentarios que me llenan de asombro ( "no utilizo ajo en la cocina porque las manos me huelen fatal"), ya que éste producto es indispensable en cada una de mis comidas.
Hoy os daré un truco fantástico para buscaros otra excusa para no utilizar ajos en vuestras recetas, porque desde luego, no será por el olor.
Sólo tenéis que abrir la cabeza y separar los dientes que la conforman.
Introducirlos en un recipiente apto para el microondas.
Ponerlo en el microondas unos 7-10 segundos.
Cuando los saquéis, dejarlos enfriar unos segundos y comprobaréis como se pelan solos, sin esfuerzo.
Si queréis, podéis conservarlos en aceite y utilizar a demanda.
Los guardéis o consumáis al instante, tranquilos, vuestras manos NO OLERÁN A AJOS.
BUENA SEMANA.
Hoy os daré un truco fantástico para buscaros otra excusa para no utilizar ajos en vuestras recetas, porque desde luego, no será por el olor.
Sólo tenéis que abrir la cabeza y separar los dientes que la conforman.
Introducirlos en un recipiente apto para el microondas.
Ponerlo en el microondas unos 7-10 segundos.
Cuando los saquéis, dejarlos enfriar unos segundos y comprobaréis como se pelan solos, sin esfuerzo.
Si queréis, podéis conservarlos en aceite y utilizar a demanda.
Los guardéis o consumáis al instante, tranquilos, vuestras manos NO OLERÁN A AJOS.
BUENA SEMANA.
sábado, 14 de mayo de 2016
El ceviche de sepia más sencillo que hayáis probado
Hace tiempo que tenía ganas de compartir con vosotros una receta que me encanta y que además no requiere de demasiada dificultad, y que puede resultar un entrante perfecto en cualquier comida de amigos o simplemente para compartir el vermouth dominical con vuestra pareja.
Seguramente relacionaréis el ceville con pescados blancos como el lenguado o la corvina, tan típicos en Lationamérica, pero hoy os propongo hacerlo con algo tan típico en nuestras cocinas como la sepia.
400 gr de sepia
Media naranja
Media lima
Medio limón
Media cebolla roja
Media lata de atún al natural
Perejil
Hierbabuena
Sal
Es importante que tengáis un cuchillo muy afilado, porque cortaremos la sepia en laminas finas como si de tallarines se tratara. Si preferís cortarla congelada, no hay problema, será mucho más fácil, en realidad.
Picamos la cebolla roja y añadimos al bol donde echaremos los zumos de los tres cítricos.
Y añadimos nuestra sepia.
Con solo 2-3 minutos marinando la sepia estará en su punto. No la dejéis mucho más, porque en vez de comer una sepia fresca y tierna, parecerá que coméis cartón.
Para presentar, ponéis la sepia con los trozos de cebolla y espolvoreáis con unas lascas de atún y un poco de perejil picado y hierbabuena o menta.
Servir rápidamente.
Os animo a probarlo, está exquisito y tiene una alto valor nutricional.
¿Qué otros pescados sueles usar para hacer ceviche?.
Espero vuestras recetas.
BUEN FIN DE SEMANA
Seguramente relacionaréis el ceville con pescados blancos como el lenguado o la corvina, tan típicos en Lationamérica, pero hoy os propongo hacerlo con algo tan típico en nuestras cocinas como la sepia.
Siempre que vayamos a preparar un ceviche hay que tener en cuenta que, como todo pescado que se va a servir crudo o poco cocinado, puede provocar Anisakiais, que es una parasitosis provocada por las larvas del Anisakis, que se encuentran en el aparato digestivo de la mayoría de clases de pescado.
Para evitarlo, debemos congelar el pescado antes de prepararlo , al menos unas 24 horas. La segunda opción sería emplear pescado congelado.400 gr de sepia
Media naranja
Media lima
Medio limón
Media cebolla roja
Media lata de atún al natural
Perejil
Hierbabuena
Sal
Es importante que tengáis un cuchillo muy afilado, porque cortaremos la sepia en laminas finas como si de tallarines se tratara. Si preferís cortarla congelada, no hay problema, será mucho más fácil, en realidad.
Picamos la cebolla roja y añadimos al bol donde echaremos los zumos de los tres cítricos.
Y añadimos nuestra sepia.
Con solo 2-3 minutos marinando la sepia estará en su punto. No la dejéis mucho más, porque en vez de comer una sepia fresca y tierna, parecerá que coméis cartón.
Para presentar, ponéis la sepia con los trozos de cebolla y espolvoreáis con unas lascas de atún y un poco de perejil picado y hierbabuena o menta.
Servir rápidamente.
Os animo a probarlo, está exquisito y tiene una alto valor nutricional.
¿Qué otros pescados sueles usar para hacer ceviche?.
Espero vuestras recetas.
BUEN FIN DE SEMANA
domingo, 8 de mayo de 2016
Interpreta adecuadamente las etiquetas de la ropa
Mantener la ropa que más nos gusta en buen estado, no sólo consiste en tenerla bien doblada o colgada en nuestro armario, sino en lavarla, secarla con esmero y plancharla adecuadamente, y eso sólo se consigue si sabemos interpretar las etiquetas de dichas prendas.
¿Quién no se ha quedado sin un suéter de lana porque lo podría usar vuestra hija?
Hoy intentaré acercaros al significado de las etiquetas más comunes.
Pasaremos por el lavado, el secado y el planchado.
Es importante tener en cuenta las temperaturas y si podemos usar la lavadora o no. Ante la duda, yo siempre lavo con agua fría.
Hacer un buen uso de la secadora, también es importante, porque no sólo podemos encoger nuestra prenda preferida, sino que puede arrugarse más de la cuenta y podemos llegar a quemarla con la plancha. Ya hablamos en otro post de como tender la ropa.
Y si tenemos duda, siempre podemos acudir a la tintorería o a nuestra querida madre, que suele sacarnos de todos los apuros.
BUENA SEMANA
¿Quién no se ha quedado sin un suéter de lana porque lo podría usar vuestra hija?
Hoy intentaré acercaros al significado de las etiquetas más comunes.
Pasaremos por el lavado, el secado y el planchado.
Es importante tener en cuenta las temperaturas y si podemos usar la lavadora o no. Ante la duda, yo siempre lavo con agua fría.
Hacer un buen uso de la secadora, también es importante, porque no sólo podemos encoger nuestra prenda preferida, sino que puede arrugarse más de la cuenta y podemos llegar a quemarla con la plancha. Ya hablamos en otro post de como tender la ropa.
Si utilizamos el método de secado adecuado, minimizaremos el tiempo de planchado, pero aún así es importante saber interpretar la etiqueta para no llevarnos un mal rato habiendo quemado la camisa de seda que nos costó tan cara.
Es importante dedicarle un poco de tiempo a la lectura de las etiquetas y no cortarlas a la primera de cambio. Si decidís cortarla porque os molesta y os hace un roce en la piel, os recomiendo guardarla en un sobre para poder consultarla en cuanquier momento.
BUENA SEMANA
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