Hoy me he puesto manos a la obra con esta tarea.
Para ello recogí algunos abrigos de la tintorería ( es importante guardarlos en perfecto estado). Otros los pude lavar en la lavadora.
Los fuí introduciendo en éstos sacos sumamente prácticos que podemos adquirir en grandes almacenes y que tienen una cremallera y que tengo que deciros que duran muchísimo si se tratan con cariño.
Los que estoy usando los tengo hace 3 temporadas.
Además de limpiarlos y guardarlos en sacos, yo los protejo de las terribles polillas que nos pueden arruinar una prenda maravillosa y de los olores de tener un armario cerrado durante meses.
Como veis, es muy sencillo. Laurel fresco, unas bolsitas de tela o unos pañuelos que desde siempre hemos visto usar a nuestros padres.
Primero nos centramos en los abrigos y prendas de invierno que hemos metido en los sacos con cremallera.
Introducimos un buen puñado de hojas de laurel en las bolsitas.
Y colgamos la bolsita en la percha de nuestro abrigo.
Ya tenemos nuestro abrigo dispuesto a invernar.
Yo para 15 perchas pongo en el armario 4. Pero tengo que deciros que las lleno bastante. Si queréis, podéis cerrar el armario sin problema hasta el invierno que viene...
NO TENDRÉIS NI UNA SOLA POLILLA. Pero si además queréis conservar un buen olor, os recomiendo que cada 3 meses cambiéis las hojas de laurel por otras frescas.
Las bufandas, gorros de lana y guantes yo las guardo en un cajón. Después de lavarlas, las doblo de forma que queden ordenadas y no quede ningún hueco en el cajón.
A continuación pongo en el pañuelo unas hojas de laurel.
Lo dispongo encima de nuestras bufandas.
Y lo doblo como un sobre.
Podríamos cerrar el cajón, pero yo cubro todo con una toalla para protegerlo del polvo.
Sencillo y barato, ¿verdad?. Y lo más importante es super efectivo.
Ya me contareis si os ha parecido práctico y barato.
¡BUENA SEMANA!
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