Es importante que aunque los días de diario cuidemos nuestra alimentación y seamos austeros en nuestros menús, para que nuestro organismo recupere la constitución de antes de vacaciones, los fines de semana podamos hacer alguna receta en la que todos disfrutemos de una reunión de amigos sana , pero saliéndonos de la dieta que tenemos pre-establecida.
Hoy os propongo preparar para la cena una Quiché de pollo, que es muy, muy fácil y que además podéis preparar con restos de un pollo asado tal y cómo he hecho yo.
Masa brisa
Nata para cocinar
4 huevos
Sal y pimienta
Jamón cortado en dados
Restos de pollo asado
Si compráis la masa brisa fresca, sólo tendréis que desenrollarla y poner sobre un molde. Os aconsejo que dejéis el papel de hornear en la que viene enrollada, ya que a la hora de desmoldar será mucho más sencillo, además, ahorraremos el tener que añadir mantequilla o harina para evitar que la masa se pegue al molde.
Desenrollamos y adaptamos al molde.
Pinchamos la masa con un tenedor, para evitar que suba, y tapamos con un papel de aluminio, e introducimos en el horno durante unos 15 minutos a 180º.
Mientras la masa se hornea, batimos los huevos, con la nata, la sal y la pimienta.
Sacamos la masa del horno, retiramos el papel de aluminio, y añadimos la mezcla de huevo y nata. A continuación vamos echando los taquitos de jamón y los trocitos de pollo sobre la quiché.
Ahora la llevamos al horno durante unos 25 minutos a 180º.
Transcurrido éste tiempo, comprobamos que esté cuajado el relleno. Ya tenemos una quiché de pollo lista para a cena o para cualquier otra ocasión. Está igual de rica fría o caliente.
Espero que esta quiché se sume a las propuestas de cenas que os he hecho en otras ocasiones.
BUEN FIN DE SEMANA
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