Recurro en éste caso a la verdura como ingrediente principal, concretamente a las espinacas, la cuales están compuestas mayormente por agua. La cantidad de grasas e hidratos de carbono es muy baja pero es uno de los vegetales que más proteínas contiene. Es rica en fibras, especialmente los tallos, resultando muy beneficioso para nuestra salud.
Las espinacas son exquisitas en crudo, conservando así la mayoría delos nutrientes, pero en éste caso las cocinaremos.
450 gr de espinacas
5 huevos
200 gr de salmón ahumado
cebolla tierna
250 gr de queso de untar
sal y pimienta
En primer lugar cocemos las espinacas en agua con sal. Como podéis ver, hoy utilizo espinacas congeladas. La idea es siempre aprovechar los alimentos que tengamos en nuestra despensa o frigorífico.
Con 3-4 minutos de cocción es suficiente. Lo importante es escurrirlas bien para que no retenga nada de agua y nos pueda estropear nuestro plato.
Dejamos que enfríen y mientras, separamos las yemas de las claras.
Reservamos las yemas y batimos las claras a punto de nieve.
Mezclamos las espinacas con las yemas batidas.
Y a continuación mezclamos con cuidado con las claras. Y salpimentamos.
Colocamos un papel de horno en nuestra bandeja de horno, que tendremos caliente a 180º.
Extendemos nuestra masa de espinacas sobre la bandeja y extendemos bien para que quede lo más uniforme posible.
Metemos en el horno unos 10 minutos.
Tras ese tiempo, reservamos y dejamos que enfríe. Mientras, preparamos el resto de nuestros ingredientes.
Picamos la cebolla finamente.
Mezclamos con nuestro queso.
Ahora quitamos el papel de horno de nuestro "bizcocho de espinaca "y ponemos sobre un papel film.
Ahora extendemos sobre ella el queso y la cebolla procurando que quede cubierta.
Ahora cubrimos con nuestro salmón. Si no tenéis a mano salmón, podéis poner jamón dulce o pimientos asados, os aseguro que es una combinación perfecta.
Ahora llega la parte que requiere de más destreza, pero si lo hacéis con cariño os saldrá a la perfección.
Sólo debéis ir enrollando el "bizcocho" haciendo un rollo. Id apretando para conseguir que quede firme.
Y envolvemos bien con el papel film.
Metemos en el frigorífico durante 2-3 horas, aunque yo os recomiendo que lo dejéis al menos un día. Estará más firme, se cortará a la perfección y de sabor... mejor lo probáis.
Es hora de llamar a nuestros amigos y disfrutar de nuestro pastel de espinacas alrededor de una mesa con buena conversación.
Y no olvidéis de aprovechar los alimentos que tengáis en la nevera o despensa. Es una de esas recetas que invitan al aprovechamiento.
BUEN FIN DE SEMANA
Mmmm qué rico debe de estar!!!
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