En las ultimas entradas podéis comprobar que estoy dedicando mucho tiempo al pescado, y es por dos razones. Una porque es muy, muy sano, y otra porque en mis vacaciones he visitado Cádiz y su provincia y ahí tienen un pescado riquísimo y las formas en los que los prepararan quitan el sentido.
¡ VA POR CADIZ!
La dorada es un pez muy apreciado por la textura de su carne, por su calidad y por sus propiedades, ya que se alimenta fundamentalmente de crustáceos y moluscos.
La forma en la que la voy a hacer nos ayuda a que el pescado salga más jugoso, además de ser mucho más saludable.
Sal para hornear
Sal fina de mesa
Doradas de ración
Agua
Precalentamos el horno a 205º C, en la función “calor arriba y abajo”. En un bol grande, mezclamos la sal gorda con la fina. Añadimos el agua y vamos entremezclando con la ayuda de los dedos. Primero echamos la mitad del agua, mezclamos y luego añadimos el resto, repitiendo el proceso.
Es importante que comentemos a nuestro pescadero/a de confianza que queremos la dorada para la sal, que no le quite las escamas, y que le retire las vísceras justo por las parte de las branquias, sin rasgar la barriga. Solo debe de eviscerarla y cortarle las aletas, pero sin dejar agujeros en el cuerpo por donde luego se cuele la sal.
Yo lo único que hago es enjuagarlas un poco y poner a escurrir.
Elegimos una bandeja apta para horno. Comenzamos preparando la base o “cama” de sal en la bandeja del horno. Con ayuda de la palma de las manos, hacemos una capa de medio centímetro. Colocamos el pescado sobre la sal.
Tapamos todo el pescado con una capa de sal bien compacta, apretando con las manos, para luego retirarla con facilidad. Dejamos la cola y el ojo al descubierto.
Introducimos la bandeja en la parte central del horno y horneamos. El tiempo de horneado podemos calcularlo de dos formas. Calculando 20 minutos por kilo de pescado o mirar el ojo de la dorada. Cuando tengacolorblanco nuestra dorada estará perfecta.
Terminado el tiempo de horneado, retiramos el pescado y le quitamos la capa de sal cuanto antes, para que no siga haciéndose dentro de la costra. Con la ayuda de un cuchillo la vamos cascando, veréis que sale con mucha facilidad.
Ahora sólo quedará limpiarla bien de sal, comprobaréis que la piel sale con facilidad.
La pasaremos a un plato y la acompañaremos de verduras hervidas o una buena ensalada.
Yo la suelo acompañar con un poco de mayonesa y unas judías verdes.
BUEN FIN DE SEMANA
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